ACTIVIDAD 3 del tercer trimestre
Escuela
Secundaria Técnica N° 27 Rodolfo Vera Zapata
VIDA SALUDABLE. GRUPOS 2A
2B 2D.
Prof. Carlos Jonathan Trejo
Fecha de entrega del 3 de mayo al 14 de mayo de 2021
al
correo profcarlostrejo27@gmail.com
Nombre____________________________________________
grado y grupo_____
Contesta las siguientes
preguntas.
¿Sabes si estás tomando
la cantidad de azúcar recomendada por la OMS?
¿Cuántas raciones de
fruta y verdura deberían consumirse a diario?
¿Por qué es importante
incluir los carbohidratos en la dieta?
¿Abusas de la carne
roja?
¿La vitamina C está
presente en tu dieta?
¿Mantienes a raya el
colesterol?
¿Cómo puede ayudarnos
la alimentación a prevenir el cáncer?
¿Sabes leer las
etiquetas de los alimentos?
Realiza el plato del
buen comer y analiza si estas llevando una buena dieta alimenticia.
Realiza una síntesis del
siguiente artículo.
Introducción
Todas las sociedades humanas
han valorado extraordinariamente la salud, de manera que gozar de ella siempre
se ha apreciado como un privilegio, e incluso en muchas culturas puede
considerarse como una predilección de los dioses.
Con el paso de los años ha sido
posible la desmitificación de la salud como un estado simplemente de bienestar
corporal, abriendo nuevos campos para el estudio e investigación de esta
ciencia como un todo. La salud es la vida en el
silencio de los órganos, escribió el cirujano francés René Leriche (1879-1955); pero un
estado de bienestar va más allá del funcionamiento de nuestros órganos y
sentidos, involucra cada ámbito que conforma al ser humano y que lo aleja de
dolencias físicas, emocionales y sociales.
Organización Mundial de la Salud
(1946), la salud es considerada un estado de completo bienestar físico, mental
y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. La salud es
un derecho humano fundamental sin distinción de raza, religión, ideología
política o condición económica o social.
Cuando hablamos de salud en una
población, debemos tomar en cuenta aspectos tan diversos como la estructura
familiar, preferencias de ocio, hábitos alimentarios, medios de transporte,
condiciones de vivienda, medios de comunicación, aspiraciones laborales y
tiempo libre; todo ello marca la evolución social y desencadena cambios que
determinan numerosos aspectos de la vida de un individuo, hasta llegar a
modificar sus costumbres y su forma de vida, condicionando hacia rutinas que no
siempre son favorables. En el caso de Venezuela, gran número de estos cambios
han conllevado al abandono de la actividad física como dinámica de vida, que,
junto a unos hábitos alimentarios inadecuados, desembocan en situaciones de
riesgo para la salud y elevan el índice de enfermedades como la obesidad,
hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y otras.
Uno de los indicadores de salud
poblacional y calidad de vida más importante es la esperanza de vida al nacer,
que refleja el número de años, basado en estadísticas conocidas, que individuos
con una determinada edad, pueden razonablemente esperar vivir. Aunque la media
mundial al hablar de esperanza de vida es de 69,64 años (1), existen
diferencias abismales entre las distintas zonas del planeta, ya que muchos
factores pueden influir en el incremento o disminución de este valor, como un
mayor aumento del ingreso per cápita, mayor acceso a la educación (escolaridad
de la persona), acceso a la salud y servicios sanitarios, disminución en el
gasto per cápita en salud, aumento del número de médicos, una aventajada
ubicación geográfica, entre otros. (2)
La Organización Mundial de la
Salud estima que la población Venezolana tiene como promedio de esperanza de
vida 72/79 años (3), muy por encima de las expectativas de vida mundiales, sin
embargo existe suficiente evidencia empírica en el sentido de que una mejora en
las condiciones de vida de los ciudadanos, promoviendo hábitos saludables y
disminuyendo el índice de enfermedades, influye proporcionalmente en su
longevidad, lo cual debe verse reflejado en una disminución del número de
muertes por enfermedades que pueden ser prevenidas.
A nivel mundial, el impacto de
las enfermedades crónicas no trasmisibles que pueden ser prevenidas está
creciendo de forma sostenida y representan la causa de defunción más
importante, con un 63% del número total de muertes anuales. En todo el mundo
las enfermedades cardiovasculares ocupan el primer lugar de las muertes por
enfermedades crónicas, seguidas del cáncer, las enfermedades respiratorias y la
diabetes. (4)
Venezuela no escapa de esta
realidad, ya que en el año 2010 ocurrieron en 138.504 muertes por todas las
causas. Dentro de los cinco principales motivos de muerte en la población,
cuatro están relacionados con enfermedades crónicas no trasmisibles:
Enfermedades del corazón como primera causa, seguida de muertes ocurridas por
diversos tipos de Cáncer y Enfermedades Cerebrovasculares que ocupa el tercer
lugar, pero no menos importante las cifras de muertes registradas por Diabetes
que ocupan el quinto lugar. Estas causas representan el 50.86 % del total de
muertes en el país para ese año. (5) Además, estas enfermedades comparten
cuatro factores de riesgo: mala alimentación, inactividad física, el consumo de
tabaco y el uso nocivo del alcohol.
La hipertensión arterial y la
obesidad son los principales factores de riesgo para las enfermedades crónicas,
y cifras oficiales indican que la tensión arterial alta es la causante de
alrededor del 51% de las muertes por accidentes cerebrovasculares y el 45% de
las enfermedades cardiacas que se registran anualmente en el mundo. Se
considera directamente responsable de aproximadamente 7,5 millones de
fallecimientos anuales. Por otra parte, cada día el mundo pesa más, y es que
cada año mueren 2,8 millones de personas debido al sobrepeso o la obesidad. La
prevalencia mundial de la obesidad con un índice de masa corporal mayor de
30kg/m2, casi se duplico entre los años 1980 y 2008, registrándose los mayores
porcentajes de personas obesas en la Región de las Américas. (4)
Es evidente que el llamado a
realizar cambios en el estilo de vida es una prioridad en el tema de salud
mundial. Es hora de crear conciencia, fundamentando valores sociales y
responsabilidades públicas que orienten a desarrollar estrategias y conductas
que permitan preservar la salud, mejorar la calidad de vida y aumentar la
longevidad. Una vida saludable es la base de una sociedad sana, que garantiza a
sus individuos gozar plenamente sus años de vida. En base a estos cambios, ha
surgido la idea de aportar una lista de pasos, que sirvan como herramienta a la
sociedad en general, para poner en práctica hábitos y conductas que conduzcan a
una vida plena y saludable.
1.- Alimentación saludable y
balanceada
Hasta no hace mucho tiempo la
alimentación se relacionaba esencialmente con la salud, y eran conocidos los
problemas ocasionados por un exceso o defectos de las dietas. De una manera muy
general se pensaba que los problemas de los países pobres eran el hambre o la
desnutrición, mientras que los derivados de la sobrealimentación correspondían
a las naciones desarrolladas. Esta idea tiene que ser reconsiderada, es tiempo
de cambio. Es cierto que la desnutrición sigue siendo el gran problema de los
llamados países en desarrollo, pero se observa ahora a cómo en el resto de la
sociedad, sin importar su desarrollo, se presentan situaciones de desnutrición,
en ocasiones por exceso, pero también por carencias nutricionales producto de
la inadecuada densidad nutricional de las dietas y como consecuencia de las
formas de vida actuales. No se trata en estos casos de falta de alimentos sino
de cambios errados en los hábitos alimentarios.
El objetivo de la nutrición es
la salud, sin embargo, se conoce hoy que no es éste el único. Comer es también
un placer y resulta de una riquísima herencia sociocultural como son los
hábitos alimentarios. Gastronomía y Nutrición pueden y deben entenderse ahora
más que nunca. Lamentablemente el interés actual por la alimentación cada día más
correcta ha generado un entorno de errores o engaños, con el fin de desestimar la importancia de alimentos en
nuestra dieta, así como se ha obligado establecer
ritos o formas de comer, pensando que lo que se come, no es tan importante como
con que lo comes o con quien. Se ha socializado la alimentación, en lugar de
fundar nuevos y sanos hábitos. Hoy la sociedad parece estar en una pendiente
peligrosa en la que se unen la falta de conocimiento de los alimentos,
desinterés por tener habilidades culinarias, simplificación de las maneras de
comer y falta de los valores que nos permitan ser suficientemente autónomos
para elegir adecuadamente los alimentos que constituyan una alimentación, sana,
adecuada y agradable. Todo parece indicar que los buenos hábitos, siguen siendo
la asignatura pendiente de la sociedad.
Para nadie es secreto que una
alimentación saludable llena de nutrientes es la base para mantener un peso
saludable y brindar protección frente ciertas enfermedades. Un nutriente es
cualquier componente en la comida que suministra energía, ayuda al cuerpo a quemar otro nutriente para suministrar energía y colabora en la construcción o reparación de los tejidos del cuerpo. La
alimentación saludable debe estar
fundamentada en una dieta variada, suficiente, completa, balanceada,
presentable y adecuada a la edad, género, condición física, factor individual y
a cada situación de salud, dirigida a lograr el crecimiento y desarrollo del
niño, el mantenimiento de la salud y la actividad del adulto y la supervivencia
y el confort en el anciano.
La dieta es el conjunto de
alimentos que conforman nuestros hábitos alimentarios y estos son el resultado
del comportamiento más o menos consciente, que conduce a seleccionar, preparar
y consumir un determinado alimento o menú como una parte más de las costumbres
sociales, culturales y religiosas, y que está influenciado por múltiples
factores (socioeconómicos, culturales, geográficos, nutricionales, etc.). No
cabe duda de que los hábitos alimentarios que definen nuestra dieta condicionan
nuestro estado nutricional y, por ende, nuestro estado de salud presente y
futuro.
Una importante debilidad que
afecta a la población en general es el desconocimiento con respecto a las
características que debe tener una alimentación correcta y las particulares que
deben ser consideradas para lograr un buen control de peso. Este
desconocimiento dificulta el lograr una buena situación nutricional, pues lleva
a tomar medidas en direcciones equivocadas, especialmente a las personas
preocupadas por conservar peso. Es lamentable que existan cientos de dietas que
permiten lograr pérdidas de peso, pero con una recuperación prácticamente
habitual y rápida, y con riesgos de salud asociados. (6)
Escoger opciones de alimentos
saludables puede resultar difícil a veces, pero hay cambios fáciles que pueden
realizarse para lograr una mejor nutrición:
Aumenta el consumo de frutas y
verduras: Las frutas y las verduras son componentes esenciales de una
alimentación saludable, y un consumo diario suficiente puede contribuir a la
prevención de enfermedades importantes, como las cardiovasculares y algunos
cánceres. De acuerdo con los datos presentados en el Informe sobre la salud en
el mundo (2002), la ingesta insuficiente de frutas y verduras es uno de los diez
factores de riesgo principales que contribuyen a la mortalidad. Se calcula que
la ingesta insuficiente de frutas y verduras causa en todo el mundo
aproximadamente un 19% de los cánceres gastrointestinales, un 31% de las
cardiopatías isquémicas y un 11% de los accidentes vasculares cerebrales.
Aproximadamente un 85% de la carga mundial de morbilidad atribuible al escaso
consumo de frutas y verduras se debió a las enfermedades cardiovasculares, y un
15% al cáncer. El consumo actual estimado de frutas y verduras es muy variable
en todo el mundo, oscilando entre 100 gramos al día en los países menos
desarrollados, como el caso de Venezuela. (7) Cada año podrían salvarse hasta
1,7 millones de vidas si hubiera un consumo mundial suficiente de frutas y
verduras. (7) El consumo adecuado de este grupo de alimentos garantiza un
consumo suficiente de la mayoría de los micronutrientes, de fibra dietética y
ayuda a sustituir los alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares o sal.
La Organización Mundial de la
Salud recomienda como objetivo general en la población la ingesta de un mínimo
de 400 gramos diarios de frutas y verduras, distribuidos en raciones de 4 a 6
al día. (Excluidas las papas, yuca y otros tubérculos farináceos o harinosos),
para prevenir enfermedades crónicas tales como las cardiopatías, el cáncer, la
diabetes o la obesidad. (7)
Escoge proteína de calidad con
bajo contenido de grasa: Las proteínas constituyen el principal
componente estructural de las células y tejidos del organismo y son
indispensables para su adecuado funcionamiento. Las proteínas del organismo
están formadas por combinaciones de 20 aminoácidos, nueve de ellos deben
aportarse por la dieta porque no pueden ser sintetizados en humanos, son
llamados esenciales. Los requerimientos en la alimentación no son estrictamente
de proteínas, sino de aminoácidos. Por lo tanto, se deben consumir alimentos
proteicos que contengan gran variedad de aminoácidos, llamados alimentos de
alto valor biológico como carnes, pescados, huevos
o lácteos.
Las proteínas deberían aportar
aproximadamente del 8 al 15% de las calorías totales ingeridas por la persona.
(8) A pesar de sigue siendo común la creencia de que las proteínas se emplean
como fuente energética, solo excepcionalmente y siempre de forma poco relevante,
aportan energía (4 kcal/g) que puede ser utilizada en ciertas circunstancias
fisiológicas extremas o patológicas.
Recientemente se han
establecido nuevos valores para la ingesta proteica diarias recomendada, el
cual sugiere ser entre 0,93 y 1,2 g/kg/día, dependiendo de las características
particulares del individuo. Buena fuente de proteínas son: Carnes magras de res
(Solomo, lomito, puta trasera, pulpa negra, etc.), cerdo magro, ternera,
venado, cordero, pollo sin piel, pavo sin piel, pescados (preferiblemente
salmón, caballa, arenque y trucha: 200-300 gramos semanales, por su alto
contenido de omega 3), huevo, legumbres, frutos secos y lácteos. (Escoge
lácteos y derivados que sean reducidos en grasa o descremados).
Limita las grasas saturadas y
las grasas trans: Come menos del 10% de las calorías en grasas saturadas. La
mayoría de las grasas que comas deben provenir de alimentos como el pescado,
las nueces, y los aceites vegetales. Al cocinar carne, aves, y pescado, escoge
los cortes sin grasa. Al consumir productos lácteos, escoge las clases sin
grasa o con bajo contenido de grasa. Evita las grasas trans de en algunos
alimentos procesados (como golosinas y galletas). Las grasas saturadas, las
grasas trans y el colesterol tienen la tendencia de aumentar los niveles de
colesterol malo (LDL) en la sangre, lo que a su vez aumenta el riesgo de
enfermedades cardiovasculares.
Aumenta el consumo de fibra y
disminuye el consumo de hidratos de carbono de alto índice glicémico: Los
hidratos de carbono son la principal fuente de energía de la alimentación, la
más barata y abundante, también la obtenible de forma más fácil y rápida por el
metabolismo, constituyendo así la base de la alimentación humana. No obstante,
se considera de manera equívoca por la población en general que los
carbohidratos engordan son perjudiciales y/o no esenciales, por lo que su aporte al
contenido calórico de la dieta ha disminuido.
El consumo adecuado de hidratos de carbono disponible, preferiblemente
complejo, debe representar el 55-60% de la ingesta energética diaria.
Existe evidencia científica
suficiente para afirmar que un consumo adecuado de hidratos de carbono de bajo
índice glicémico y fibra se asocian al control del peso corporal, un menor riesgo
de estreñimiento, diverticulosis, hemorroides, litiasis biliar, cáncer de colon
y diabetes tipo 2. (9)
Los carbohidratos de alto
índice glucémico tienen una digestión rápida, alcanzando mayores niveles de
glucosa en poco tiempo el torrente sanguíneo, produciendo elevados picos de
glucemia e incrementando las necesidades de insulina, lo cual representa un
factor de riesgo para desarrollar enfermedades metabólicas como la diabetes
mellitus tipo 2. (10) Por lo cual debemos reducir el consumo de pastelería e
incrementar el consumo de productos de panadería elaborados con harina
integral, además aumentar el consumo de legumbres, hortalizas, frutas y
verduras.
Limita la sal: Los resultados
de numerosos estudios señalan que las dietas ricas en sodio son perjudiciales
para la salud, ya que favorecen el aumento de la presión arterial, lo que a su
vez está relacionado con mayor riesgo cardiovascular. Es frecuente encontrar
que la población, a nivel mundial, sigue este tipo de alimentación, superando
ampliamente las necesidades fisiológicas de sodio. En concreto, se estima que
más del 70% de las dietas de niños y adultos aportan más cantidad de sodio,
respecto a lo aconsejado por distintos organismos, (11) y bien estas cifras
podrían ser incluso superiores ya que la cantidad de sal que se añade en la
cocina o en la mesa, a los alimentos, es muy difícil precisar. Es necesaria la
reducción del contenido en sal, especialmente proveniente del consumo de los
alimentos procesados, por ello la World Health Organization aconseja no superar
los 5 gramos de sal al día (2000 mg de sodio por día). (11) Es importante
cumplir con estas recomendaciones porque el elevado consumo de sal se asocia a
diversos problemas de salud que causan un número importante de muertes.
Limite el azúcar agregada: No es
alarmista sostener que el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no
trasmisibles como hipertensión, diabetes y enfermedad coronaria afectan
significativamente a los venezolanos. No somos una excepción, se trata de un
fenómeno mundial y su incremento está relacionado directamente con la
elaboración de productos alimentarios industrializados, algunos de cuyos
componentes son dañinos para la salud, lo que ocasiona enormes pérdidas
económicas al Estado, a las empresas y especialmente a la población.
El sobrepeso y la obesidad son
el quinto factor principal de riesgo de defunción en el mundo. Cada año
fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas como consecuencia del
sobrepeso o la obesidad. Además, el 44% de la carga de diabetes, el 23% de la
carga de cardiopatías isquémicas y entre el 7% y el 41% de la carga de algunos
cánceres son atribuibles al sobrepeso y la obesidad. Si bien el sobrepeso y la
obesidad tiempo atrás eran considerados un problema propio de los países de
ingresos altos, actualmente ambos trastornos están aumentando en los países de
ingresos bajos y medianos, en particular en los ambientes urbanos.
El sobrepeso y obesidad tienen
un factor preponderante que es el consumo de alimentos de baja calidad
nutricional, debido a que se ha acentuado un patrón no saludable de
alimentación caracterizado por un elevado consumo de alimentos ricos en
hidratos de carbono simples, hipercalóricos que son ricos en grasa, sal y
azúcares pero pobres en vitaminas, minerales y otros micronutrientes, así como
el consumo habitual de bebidas gaseosas y de la denominada comida chatarra, lo cual sumado a un descenso
en la actividad física como resultado de la
naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas
de trabajo, de los nuevos modos de desplazamiento y de una creciente
urbanización, conllevan al desequilibrio energético entre calorías consumidas y
gastadas.
Los azucares contribuyen al
aporte de calorías con pocos nutrientes, por lo cual se ha destacado la
necesidad de controlar su consumo para lograr un mantenimiento de peso
adecuado. La cantidad total de azúcares recomendado por la Organización Mundial
de la salud es menos de 5,0 gramos de azúcar en 100 g de alimento sólido o
menos de 2,5 gramos de azúcar en 100 ml de una bebida. (13)
Los alimentos y bebidas que
contienen edulcorantes artificiales son una opción que puede ayudar a controlar
el peso, prevenir las caries dentales y controlar los niveles de azúcar en la
sangre. Se ha recomendado el uso de edulcorantes bajos en calorías, sustitutos
de azúcar o edulcorantes no nutritivos, para endulzar alimentos y bebidas con
menos calorías y carbohidratos cuando se desea reemplazan el azúcar. (14)
Todos los edulcorantes
artificiales son fabricados o procesados químicamente, su poder endulzante es
al menos 100 veces más intensos que el azúcar regular, actualmente se hallan
agregados a los alimentos y bebidas de consumo regular y pueden utilizarse en
el proceso de preparación de alimentos. La mayoría de los productos dietéticos
o de alimentos bajos en calorías se hacen usando edulcorantes artificiales.
Existen cinco edulcorantes
artificiales que han sido evaluados y aprobados por la U.S. Food and Drug
Administration (FDA): acesulfame – K (potasio), aspartamo, sacarina, sucralosa
y neotame. (14) Estos edulcorantes son usados por compañías alimenticias para
hacer bebidas dietéticas, alimentos horneados, postres congelados, caramelos,
yogurt light y goma de mascar. Muchos de ellos están disponibles para el
consumo regular de la población a la hora de endulzar alimentos en casa. Con
excepción de aspartamo, todos los estos edulcorantes no pueden ser
descompuestos por el cuerpo, pasan a través del organismo sin haber sido
digeridos, por lo cual no proporcionan calorías extras.
La Stevia también llamada rebaudiana
A o rebiana, es ahora reconocida como segura por el FDA como una comida aditiva
y como edulcorante cero calorías para la mesa, es cien veces más dulce que el
azúcar y es similar a otros edulcorantes artificiales. (14) Proviene de la
parte más dulce de la planta stevia y es un ingrediente que ya se encuentra en
muchos alimentos fabricados.
Para hacer que los edulcorantes
artificiales de mesa luzcan similar al azúcar, se agregan que aportan textura y
volumen. Algunos de ellos como la dextrosa y malto dextrina, aportan una
pequeña cantidad de calorías y carbohidratos, sin embargo, los edulcorantes
artificiales son considerados alimentos
libres de azúcar y sin calorías porque proporcionan 5 gramos o
menos de carbohidratos por porción
(cucharadita o paquetito) y menos de 4 calorías, a
diferencia de la azúcar de mesa (sacarosa) la cual aporta 11 calorías y 3
gramos de carbohidratos por cucharadita. (14)
En el caso de los alimentos
procesados que no contengan endulzantes libre de calorías, es necesario
reconocer si contienen azúcar agregada en la lista de ingredientes
nutricionales, asegurándose de que no sea uno de los primeros ingredientes.
Algunos nombres usados para el azúcar agregada incluyen sucrosa, glucosa,
sirope de maíz con fructosa, sirope de maíz, jarabe de arce, y fructosa, estos
aportan calorías y en cantidades excesivas conducen al sobrepeso y obesidad.
A la vista de los últimos
objetivos y guías para la población se ha decidido recomendar una alimentación
variada, adecuada al gasto energético individual, donde predomine el consumo
diario de alimentos de origen vegetal ricos en hidratos de carbono complejos (5
veces al día frutas más verduras, 4-6 raciones de cereales, más de dos raciones
de leguminosas a la semana). Además, el consumo de carnes magras y pescado
graso al menos dos veces a la semana, limitando el consumo de pastelería y
productos procesados ricos en grasa.
2.- Actividad física regular.
Hoy día se sabe y está
plenamente demostrado que la disminución de la actividad física diaria en
general, supone un mayor riesgo para el desarrollo de numerosas enfermedades
crónicas, como la diabetes, hipertensión, problemas cardiovasculares, algunos
tipos de cáncer, artrosis, osteoporosis y otras relacionadas al estado de salud
mental, teniendo todas un origen similar: el sedentarismo crónico.
La Organización Mundial de la
Salud define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido
por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía. (15) Esto incluye
todas las actividades diarias que se realizan, desde las tareas en el hogar,
pasando por la actividad laboral, las caminatas o traslados, ir de compra, las
actividades sociales, etc. Si asignamos una estructura a esas actividades,
otorgándoles espacio y horario, estaríamos hablando entonces de ejercicio
físico, el cual se caracteriza por ser una actividad planificada, repetitiva y
realizada con un objetivo relacionado con la mejora o el mantenimiento de uno o
más componentes de la aptitud física. (15)
La sociedad actual promueve el
culto a la imagen, a los cuerpos sanos y en forma, sin embargo, cada vez es
mayor la tendencia a la búsqueda de comodidades, condiciones laborales poco
activas, mayor ocio y sedentarismo frente a las pantallas, siendo factores que
promueven la ausencia de la actividad física, de una forma consciente o
inconsciente. Todas estas constituyen barreras a la hora de promover nuevos
hábitos saludables, y el fácil acceso a medios de comunicación y fuentes de
información variada, crean un juicio dudoso sobre lo beneficioso o no que
resulta incrementar el ejercicio.
Lo fundamental es comprender
que la práctica de actividad física o ejercicio va mucho más allá de alcanzar
la llamada condición física con sus componentes clásicos de
resistencia cardiovascular, fuerza, velocidad y flexibilidad, sino también otros componentes de salud como la composición corporal, distribución de
tejido adiposo, densidad ósea y funciones cardiacas,
respiratorias y metabólicas, que permiten realizar las actividades de la vida
diaria con vigor, aumentando nuestras capacidades en general y promoviendo un
bajo riesgo de padecer enfermedades.
Los efectos beneficiosos de la
actividad física sobre la salud se basan en gran cantidad de trabajos que se
refieren a la práctica regular de ejercicio físico y su impacto sobre los
distintos procesos fisiológicos del organismo. Pero ¿Qué tipo de actividad
física? Y ¿Qué dosis es la adecuada?, estas son interrogantes frecuentes.
Aunque muchos estudios
publicados demuestran la relación entre la actividad física y salud, hay
diversos criterios en cuanto a la influencia de la cantidad e intensidad que
debe tener el ejercicio para obtener determinados beneficios para la salud.
Actualmente existen dos
concepciones opuestas descritas en la literatura: modelo cualitativo y modelo
cuantitativo de la actividad física.
El modelo cualitativo descrito
por el Colegio americano de Medicina del Deporte sugiere la práctica de
actividad física que permita mantener un nivel de salud satisfactorio,
centrándose principalmente en mejorar la salud cardiovascular. Consiste en la
realización de ejercicios enérgicos, que incluyen grandes grupos musculares
durante al menos 20 minutos continuos, con una intensidad equivalente a un
60-80% del ritmo cardiaco máximo, a razón de 3 a 5 sesiones por semana. (16)
El Instituto de Investigación
sobre la Resistencia Física de Dallas propone el modelo cuantitativo o
acumulativo, el cual sugiere que debe tenerse en cuenta la cantidad total de
energía consumida por día, con un objetivo mínimo de 150kcal/día, pudiendo
realizar un gasto extra de cualquier manera. Caminar a paso ligero durante 20
minutos al día puede suponer una diferencia de 5 kilogramos al año y contribuir
a la salud cardiovascular, además de aportar otros beneficios físicos y
mentales. Caminar a paso ligero durante 60 minutos (300kcal), aspirar la casa
durante 60 minutos (150kcal), cortar la grama durante 60 minutos (270kcal),
etc. En este modelo de actividad física lo importante es contabilizar toda la
actividad realizada y acumulada durante el día. Simplemente permanecer de pie
durante una hora al día, en vez de ver televisión, puede suponer un gasto
equivalente a 1 o 2 kilogramos menos de tejido adiposo al año. (17, 18)
A pesar de los diversos
criterios, lo indudable es que moverse más tiempo y con mayor frecuencia deriva
en ganar salud y años de vida. Actualmente las recomendaciones generales
insisten en que se camine a paso ligero durante 30 minutos todos los días o
casi todos los días de la semana. De no ser posible completar el tiempo
recomendado, la misma cantidad de ejercicio dividida en dos o tres sesiones de
diez o quince minutos, puede ser igual de efectiva y más fácil de sobrellevar
si se practica a diario. Por otra parte, para que todas las zonas del cuerpo se
beneficien, es necesario realizar diversos ejercicios específicos de
fortalecimiento y estiramiento, a los menos tres días a la semana no consecutivos.
(16)
La realización de actividad
física, desarrollada de acuerdo a unos criterios de tipo, duración, intensidad,
frecuencia y progresión, adaptada a cada individuo, conduce a un mejor estado
de salud y contribuye en el tratamiento de enfermedades como la obesidad,
ateroesclerosis, enfermedades cardiovasculares, algunas enfermedades
respiratorias, la diabetes tipo 2, cáncer, enfermedades reumáticas y otras.
Actividad física y obesidad: hay
pruebas convincentes de que la actividad física regular protege contra un
aumento de peso perjudicial, mientras que estilos de vida sedentarios lo
favorecen. La mayoría de los estudios epidemiológicos muestran un menor riesgo
de aumento de peso, sobrepeso y obesidad entre las personas que realizan
actividad física de moderada a alta intensidad con regularidad. (18) La
recomendación dirigida a la mayoría de los individuos para que realicen al
menos 30 minutos de actividad física de intensidad moderada, cinco días de la
semana tiene como objetivo reducir las enfermedades cardiovasculares y a
mortalidad global, sin embargo, para prevenir el aumento de peso después de una
perdida se necesitan entre 45 a 60 minutos diarios con la misma frecuencia.
(16)
Actividad física y Diabetes
Mellitus: la modificación del estilo de vida es el pilar fundamental tanto
del tratamiento como de la prevención de la diabetes tipo 2, destacando la
actividad física como un hábito diario indispensable. Estudios han demostrado
que el aumento de la actividad física reduce el riesgo de padecer diabetes tipo
2, independientemente del grado de adiposidad de la persona. (19) Además, el
ejercicio vigoroso, a una intensidad aproximada del 80% del ritmo cardiaco
máximo, durante al menos 20 minutos, cinco veces a la semana puede aumentar
significativamente la sensibilidad a la insulina. Sin embargo, para la
población en general, realizar este tipo de actividad al inicio de un plan de
ejercicio no es recomendable, por lo que las pautas generales de actividad
física (30 minutos de actividad moderada, casi todos los días a la semana) es
ideal, ya que la Diabetes Mellitus está estrechamente ligada a la incidencia de
enfermedades cardiovasculares, sobrepeso y obesidad. (16)
Actividad física y enfermedades
cardiovasculares: el exceso de peso, la obesidad central, la hipertensión
arterial, dislipidemias, diabetes y la baja forma cardiorespiratoria son los
factores que más contribuyen al incremento del riesgo de enfermedades
cardiovasculares. Existe una relación inversa entre la actividad física y el
riesgo de este tipo de enfermedades, incluso sin importar la duración o la
intensidad del esfuerzo, simplemente realizarlo es el primer paso para
prevenirlas.
Se considera con efecto
protector para este tipo de patologías la actividad física de duración
aproximada de 30 minutos, intensidad moderada, la mayoría de los días de la
semana. Mayor cantidad o mayor intensidad, tendrían un mayor efecto, pero las
personas no acostumbradas a hacer ejercicio regularmente o con un riesgo
elevado de sufrir enfermedades cardiovasculares, deben evitar las sesiones
súbitas e intensas, y visitar un médico, previamente a iniciar el plan de
ejercicio.16
Actividad física y cáncer: se
estima que el peso corporal y la inactividad física son responsables de entre
la quinta y tercera parte de varios de los canceres más comunes (mama, colon,
endometrio, riñón y esófago) (20)
Las acciones primordiales para
disminuir el riesgo de sufrir cáncer son: mantener un peso adecuado (índice de
masa corporal entre 18,5 y 24,9), evitar ganar más de 5 kilogramos durante la
vida adulta y mantener una actividad física regular, ejercitándose la mayoría
de los días de la semana, 60 minutos a una intensidad moderada.
Actividad física y osteoporosis: las
recomendaciones citadas que promueven un estilo de vida saludable para
diferentes enfermedades crónicas, también contribuyen a disminuir el riesgo de
fracturas cuando se padece de osteoporosis. Además, existe evidencia de que la
actividad física mantiene e incrementa la fuerza muscular, la coordinación y el
equilibrio, lo cual es fundamental para evitar caídas. (16)
3.- Higiene del sueño. Se
reconoce cada vez más que dormir lo suficiente es un aspecto fundamental en la
prevención de las enfermedades crónicas y la promoción de la salud. No dormir
lo necesario está asociado a accidentes automovilísticos, desastres laborales,
errores médicos y profesionales, entre otros. Además, quedarse dormido
involuntariamente y tener dificultad para realizar las tareas diarias a causa
de somnolencia son hechos que pueden traer estas serias consecuencias para
quienes lo padecen y quienes lo rodean. Las personas que no duermen lo
necesario también son más propensas a padecer enfermedades crónicas como
hipertensión arterial, diabetes, depresión y obesidad, así como cáncer, mayor
mortalidad y menor calidad de vida y productividad. (21) La falta de sueño
puede deberse a diversos factores, y en la actualidad el acceso a la tecnología
las veinticuatro horas del día es una de las causas más frecuentes. Las
personas dedican más tiempo a los artefactos y a la tecnología, junto a la
influencia de las redes sociales y restan horas de sueño, horas que son vida.
Al igual que cualquier otra
característica con la cual se nace, la cantidad de sueño que se necesita para
funcionar mejor puede ser diferente para cada persona, incluso de la misma edad
y sexo. Generalmente la necesidad de horas de sueño cambia a medida que envejecemos.
Estudios indican que los niños en edad escolar (5-10 años) necesitan de 10 a 11
horas de sueño. Los adolescentes (10-17 años) necesitan de 8.5 a 9.5 horas y
los adultos, de 7 a 9 horas. (21)
El insomnio es síntoma de sueño
insuficiente, intranquilo, de mala calidad, o no restaurador. Es el trastorno
del sueño más frecuente y uno de los que mayor trascendencia sanitaria y social
tiene, ya que provoca un escaso nivel de concentración, disminuye el nivel de
calidad de vida, aumenta la aparición de depresión, ansiedad y otro tipo de
enfermedades, disminuye la calidad del trabajo y aumenta la utilización de los
sistemas de salud.
Es muy importante conocer el
tipo y la causa del insomnio, ya que ayuda a identificar el origen del problema
y determinar un manejo más eficaz. Generalmente los episodios agudos de
insomnio, de una a dos semanas de duración, pueden deberse al estrés, ansiedad
o cambios en los hábitos o situaciones de la vida diaria, como la pérdida de un
ser querido, un nuevo trabajo, un problema de salud o un suceso especial o
trágico. Cuando los episodios de insomnio se presentan más de tres días a la
semana o con una duración mayor de un mes, puede tratarse de un estado de
insomnio crónico, acompañado o no de una condición médica o física subyacente o
asociada, incluyendo otros desórdenes del sueño o una condición psiquiátrica,
especialmente la depresión, abuso de medicamentos, malos hábitos de salud y de
sueño o malas condiciones ambientales en que duerme.
El insomnio sin tratamiento
puede resultar en una desmejora significativa de la calidad de vida, y en
ocasiones es necesaria la combinación de nuevos hábitos de vida, junto al
tratamiento farmacológico adecuado. Evitar la nicotina y el alcohol, al igual
que la cafeína cerca de la hora de acostarse, ejercitarse diariamente y no
dormirse inmediatamente después de comer, ni con hambre, son conductas básicas
que promueven hábitos de sueño adecuados. También evitar las tareas que exigen
atención o que son estresantes al acercarse la hora de dormir, mantener el
dormitorio fresco, oscuro, y sin ruidos y utilizar un colchón y una almohada
que brinden apoyo y confort, son algunas de las buenas costumbres que promueven
un hábito saludable.
Lo más importante es hacer del
sueño una prioridad. Programar las horas de sueño como cualquier otra actividad
diaria, y considerar aquello que deba modificarse o dejar de hacerse para poder
obtener el sueño necesario son pasos fundamentales para lograr mayor
productividad en las actividades diarias y una mejora significativa en la
calidad de vida.
4.- Salud emocional y control
de la ansiedad
Los trastornos de ansiedad son
los problemas más comunes de salud mental, con una prevalencia superior a la de
los trastornos afectivos y el abuso de sustancias, y derivan en un malestar y
deterioro funcional de los individuos. (22)
La ansiedad es una forma de
expresión emocional en la que la persona se encuentra afectada por una
sensación exagerada de inquietud, con una gran preocupación o temor, incluso
sin poder identificar el o los factores que la han provocado o desencadenado.
La ansiedad no siempre es patológica, de hecho, casi todas las personas pueden
manifestarla con características consideradas como normales, como consecuencia
de diversas situaciones de la vida cotidiana. La ansiedad forma parte de la
reacción natural de adaptación al estrés y por ello es fundamental diferenciar
si se debe a un estado emocional normal o patológico. Cuando la respuesta de
alerta o alarma de un individuo se desencadena por estímulos o situaciones
irrelevantes, o cuando se produce una persistencia en el tiempo de esta
respuesta innecesaria, provoca síntomas y signos que afectan tanto el estado
físico como psicológico y conductual.
El cuerpo se expresa, y lo que
no se dice con la voz se dice a través de un síntoma. Un 70 por ciento de las
enfermedades del ser humano vienen del campo de conciencia emocional, por eso
es fundamental lograr un equilibrio entre el cuerpo y las emociones (22). Las
personas que son sanas emocionalmente, tienen control sobre sus pensamientos,
sentimientos y comportamientos. Se sienten bien consigo mismas y tienen buenas
relaciones interpersonales. Pueden poner los problemas en perspectiva. Han
desarrollado maneras de hacerle frente al estrés y los problemas de la vida cotidiana.
La psicología de la salud ha
demostrado que el equilibrio mente-cuerpo es uno de los factores más
importantes para crear inmunidad psicológica y física. Para lograr esta
armonía, es necesario reconocer las emociones, ser capaces de discriminar que emoción
es buena, saludable y cual no. Las personas bloqueadoras de emociones son
propensas al cáncer y a contraer enfermedades del sistema inmunológico (22).
La salud mental es la base para
el bienestar y el funcionamiento efectivo de un individuo y una comunidad.
Según la Organización Mundial de la Salud, una cuarta parte de la población
mundial sufre trastornos mentales en algún momento de su vida, entre ellas la
ansiedad (23). Existen muchas otras afecciones de la mente como los trastornos
psicóticos, depresión, trastorno bipolar o enfermedad maníaco-depresiva,
trastornos compulsivos, ataques de pánico, Dependencia del alcohol y de
sustancias, e incluso el insomnio también considerado como patológico cuando se
prolonga en el tiempo. La mayoría de estas enfermedades no se pueden prevenir,
pero si controlar para evitar consecuencias nefastas.
Algunos signos pueden revelar
la presencia de ansiedad o alguna otra alteración del estado emocional, y
pueden variar de una persona a otra. Una actitud demasiado apegada, impulsiva o
distraída, la presencia de movimientos nerviosos, problemas para quedarse
dormido(a) o dormir más de lo normal, manos sudadas, ritmo cardiaco y
respiración acelerada, nausea, dolores de cabeza o de estómago frecuentes, son
manifestaciones que en algunos casos suelen confundirse con enfermedades o
alteraciones orgánicas, provocando reiteradas visitas a los servicios de salud,
cuando su origen se debe al desequilibrio emocional. La clave para resolver las
ansiedades, es superarlas.
Las personas que creen padecer
de un trastorno de ansiedad, deben consultar es su médico, quien podrá
determinar si los síntomas que lo alarman se deben a un trastorno de ansiedad,
a otra condición médica, o ambos. Cuando se hace el diagnostico de un trastorno
de ansiedad, el siguiente paso es consultar a un profesional de la salud
mental, quien diseña un plan de tratamiento adecuado para cada individuo.
Muchas personas con trastornos de ansiedad se benefician al unirse grupos de
autoayuda o de apoyo y de compartir sus problemas y logros con otros. Así
mismo, hablar con un amigo de confianza o miembro de la comunidad religiosa
también puede ofrecer apoyo, pero no es un sustituto de la atención
suministrada por un profesional de la salud mental.
Existen muchas otras técnicas
que ofrecen mejoría en los casos de alteraciones del estado emocional, como los
métodos de manejo del estrés y de meditación, que pueden ayudar a las personas
con trastornos de ansiedad a calmarse y mejorar los efectos de la terapia.
También, existe evidencia de que la actividad aeróbica puede tener un efecto
calmante, por lo cual realizar ejercicio de este tipo, al menos 30 minutos
diarios, la mayoría de los días de la semana resulta muy beneficioso (22).
La familia es muy importante
para la recuperación de una persona que padece de trastorno de ansiedad. El
núcleo familiar debe ofrecer apoyo y nunca subestimar el trastorno o exigir una
mejoría sin que la persona reciba tratamiento. Son los aliados ideales y su
apoyo es la base para tener éxito con la terapia.
5.- Eliminar el uso de
cigarrillo, alcohol y drogas
Los cigarrillos y otras formas
de tabaco, incluidos los cigarros o puros, el tabaco de pipa, el tabaco en
polvo o rapé y el tabaco de mascar, contienen nicotina. La nicotina es una
droga adictiva que se absorbe fácilmente en el torrente sanguíneo al mascar,
inhalar o fumar un producto que lo contenga. La nicotina estimula las glándulas
suprarrenales las que liberan la hormona adrenalina. Esta hormona estimula el
sistema nervioso central y aumenta la presión arterial, la respiración y la
frecuencia cardiaca, por eso es considerada una sustancia psicoactiva.
Al igual que la cocaína, la
heroína y la marihuana, la nicotina aumenta los niveles de dopamina, un
neurotransmisor que afecta las vías que generan la sensación de gratificación y
placer en el cerebro. En muchos casos a largo plazo, la nicotina ocasiona en
las personas consumidoras cambios cerebrales que resultan en la adicción, una
enfermedad que se caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivos de la
droga a pesar de las consecuencias negativas que esto conlleva. Los estudios
sugieren que el humo de tabaco contiene además compuestos adicionales como el
acetaldehído que pueden aumentar los efectos de la nicotina sobre el cerebro
(24).
Existe evidencia que demuestra
que el cigarrillo constituye uno de los principales factores de riesgo para el
desarrollo de cáncer de todo tipo. Alrededor de la tercera parte de todos los
tipos de cáncer, incluyendo el 90 por ciento de los cánceres de pulmón, se
deben al hábito de fumar cigarrillos. El tabaco sin humo (como el tabaco de
mascar y el tabaco en polvo) también aumenta el riesgo de cáncer, especialmente
el cáncer oral (25). La nicotina causa adicción y puede ser tóxica pero no
causa cáncer, lo cual ha generado controversia y ha sido objeto de publicidad
en la industria que produce y distribuye este tipo de productos, sin embargo,
otras sustancias químicas contenidas en el tabaco y sus variedades, son
responsables de la mayoría de las consecuencias graves para la salud que
conlleva su consumo.
El humo del tabaco es una
mezcla compleja de sustancias como el monóxido de carbono, el alquitrán, el
acetaldehído, el cianuro y el amoniaco, muchas de las cuales son carcinógenos
conocidos. El monóxido de carbono aumenta la probabilidad de enfermedades
cardiovasculares, incluyendo los ataques al cerebro o al corazón, enfermedades
vasculares y aneurisma. El alquitrán expone a un mayor riesgo de cáncer de
pulmón, enfisema y trastornos bronquiales. También se ha encontrado una
conexión entre el fumar tabaco y la leucemia, las cataratas y la neumonía (25).
En promedio, los adultos que fuman mueren 14 años antes que los que no fuman
(24).
A menudo se consideran y
destacan las consecuencias médicas que resultan del uso directo de los
productos del tabaco, pero también es importante tomar en cuenta que la
inhalación pasiva del humo aumenta el riesgo de desarrollar muchas
enfermedades. Las personas que no fuman, pero están expuestas a la inhalación
pasiva del humo en la casa o en el trabajo aumentan su riesgo de desarrollar
enfermedades del corazón en un 25 a 30 por ciento (26) y cáncer de pulmón en un
20 a 30 por ciento (24, 25). Además, la inhalación pasiva del humo causa
problemas respiratorios en los que no fuman como tos, producción excesiva de
flema, reducción de la función pulmonar e infecciones respiratorias como la
neumonía y bronquitis, tanto en adultos como en niños. Además, los niños que
crecen con padres que fuman tienen más probabilidades de convertirse en fumadores,
exponiéndose y exponiendo a sus futuras familias, al riesgo de desarrollar los
mismos problemas de salud que sus padres cuando ellos sean adultos.
Aunque puede ser difícil dejar
de fumar, los beneficios para la salud de romper con este hábito son inmediatos,
para el individuo, su familia y su entorno. Disminuir el riesgo de padecer
cáncer, enfermedades del corazón y ataque al cerebro son sin duda motivos para
instaurar nuevos hábitos de vida más saludables. Para quienes aún cuestionan
los beneficios, es necesario recordar que existe evidencia científica de que un
hombre de 35 años de edad que deja de fumar aumenta su esperanza de vida en un
promedio de 5 años (27). Definitivamente vale la pena intentarlo y lograrlo.
Además del consumo de tabaco,
el alcohol representa otro de los hábitos de vida más frecuentes e insanos. El
consumo nocivo de bebidas alcohólicas es un problema de alcance mundial que
pone en peligro tanto el desarrollo individual como el social. Este hábito
causa 2,5 millones de muertes cada año y daños que van más allá de la salud
física y psíquica del consumidor. Una persona en estado de embriaguez puede
lastimar a otros o ponerlos en peligro de sufrir accidentes de tránsito o actos
de violencia, y también puede perjudicar a sus compañeros de trabajo,
familiares, amigos e incluso extraños. En otras palabras, el consumo nocivo de
alcohol tiene un profundo efecto perjudicial en la sociedad (28).
Existe una amplia variedad de
formas de consumir bebidas alcohólicas, desde la ingestión peligrosa ocasional
hasta el consumo diario e intenso, y uno de los rasgos distintivos de este
peligroso hábito es que haya episodios de ingestión excesiva, que se define
como el consumo del equivalente de 60 g de alcohol puro o más. Aunque existe
mucha controversia en torno a los beneficios o efectos perjudiciales de este
tipo de sustancia, está claro que la cantidad y la frecuencia, más que el tipo
de bebida, pueden ser claves en los resultados sobre la salud y el entorno
social.
La Organización Mundial de la
Salud considera pertinente el consumo moderado de alcohol, que equivale a 20 a
40 g diarios de alcohol en mujeres (1 bebida) y de 40 a 60 g diarios en varones
(2 bebidas). Se propuso los siguientes valores para las bebidas estándar: 330
ml de cerveza al 5%, 140 ml de vino al 12%, 90 ml de vinos fortificados (por ejemplo,
jerez) al 18%, 70 ml de licor o aperitivo al 25%, 40 ml de bebidas espirituosas
al 40% (27).
Los estudios médicos demuestran
que el consumo diario de una cantidad moderada de alcohol protege de las
enfermedades cardiovasculares y los ataques cardíacos. Pero el excederse de un
consumo moderado puede ocasionar un efecto contrario, conduce a hepatitis
alcohólica, cirrosis hepática, y finalmente cáncer de hígado y muerte. Ingerir
este tipo de bebidas es una decisión individual y personal, bajo ningún
concepto se considera una forma preventiva de alguna enfermedad, y es
fundamental tener en cuenta que llegar a estados de embriaguez o intoxicación,
ocasionan daños irreversibles en nuestro organismo, que conducen a largo plazo
a la instauración de este consumo como un hábito insano.
Por último, es necesario evadir
el consumo de drogas psicoactivas ilegales, ya que su efecto negativo sobre el
organismo es indudable, ocasionando daño en el SNC, con alteraciones físicas y
cognitivas a quienes las consumen. Pero el abuso y la adicción no están
únicamente asociados a estas sustancias. Drogas legales como laxantes,
analgésicos, aerosoles nasales, píldoras para adelgazar y jarabes para la tos
también son a veces usadas de forma indebida, causando graves problemas de
salud.
El primer paso para dejar
cualquier tipo de adicción es entender que se puede tener el control de lo que
se hace, por lo tanto, usar ese control sobre la toma de decisiones en
fundamental. Segundo, una vez que se decida a dejarlo, es necesario elaborar un
plan para asegurarse de que realmente se lleve a cabo esta decisión, y tercero,
pero no menos importante, es la búsqueda de ayuda de un médico capacitado para
desarrollar un programa de tratamiento, tratar los síntomas de abstinencia y
otros problemas que es posible que se tengan mientras se supera la adicción. El
apoyo familiar y de amigos puede brindar las herramientas y el apoyo que
necesita el individuo para dejar su adicción y continuar con una vida plena y
saludable.
6.- Consultas médicas de
prevención.
En la actualidad los problemas
de salud predominantes en la mayoría de los países son las enfermedades
crónicas y los accidentes, por lo cual conservar un buen estado de salud de la
población depende principalmente de medidas de prevención aplicadas
directamente sobre los individuos a través de los servicios de atención médica.
Cualquier enfermedad o condición mórbida es el resultado dinámico de varios
factores, los agentes causales o factores de riesgo presentes en el medio
ambiente que interaccionan con el huésped, en algunos casos en cortos periodos
de tiempo (enfermedades infecciosas transmisibles y los accidentes) o a largo
plazo como en el caso de enfermedades crónicas no transmisibles, y dan lugar a
la enfermedad. En ausencia de tratamiento, esta sigue su curso, que llevara a
la curación, cronicidad, invalidez o la muerte. Con tratamiento adecuado el
curso se modifica favorablemente hacia la curación.
Las consultas médicas de
prevención tienen por objeto disminuir la probabilidad de aparición de las
afecciones y enfermedades, a través de una serie de medidas primarias que
actúan antes de que ocurran, que tienen como objetivo el resguardo de la salud,
cambio de hábitos de vida y de conductas sociales generadoras de enfermedades.
Son acciones y esfuerzos organizados para fomentar y defender la salud, y
recuperarla en los casos en que esta se haya perdido.
Para el mantenimiento de la
salud psico-física, la prevención es vital. Un examen periódico permite un
diagnóstico oportuno de las enfermedades, incluso aquellas que aún no han
presentado síntomas, y ayuda a prevenir las enfermedades a las que cada persona
puede ser propensa. Existen pruebas para diagnosticar ciertas enfermedades en
sus primeras etapas, cuando son más fáciles de tratar. La lista de exámenes
recomendados por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) y el Grupo de
Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos son: (28)
Presión arterial: control al menos cada dos años.
Colesterol: Las mujeres deben hacerse esta prueba periódicamente, a partir de
los 45 años; los hombres cada 5 años, a partir de los 35. Los fumadores y los
diabéticos, así como aquellas personas que tengan antecedentes familiares de
cardiopatías, deberán empezar a hacerse esta prueba a los 20 años.
Cáncer colorrectal: Estas pruebas se recomiendan a partir de los 50
años. Previa evaluación médica se indicará cuál es la más apropiada en cada caso.
Depresión: Cualquier persona que, por un período mayor de dos semanas seguidas, se sienta afligida, triste o
melancólica, deberá consultar al médico quien recomendara ciertas pruebas para
determinar si tiene depresión.
Diabetes: Aquellas personas que sufran de presión arterial alta o tengan un nivel elevado de colesterol, deberán
hacerse las pruebas necesarias para detectar esta enfermedad.
Cáncer de mama: A partir de los 40 años, se recomienda una mamografía cada
dos años.
Osteoporosis (mujeres): Se recomienda una densitometría ósea a los 65 años para descartar la fragilidad en los huesos. Aquellas mujeres en
edades comprendidas entre los 60 y los 64 años, cuyo
peso se encuentre por debajo de los 70 kilos, deberán consultar a su médico sobre esta prueba.
Cáncer de cuello uterino (mujeres): A partir de los 21 años o del inicio de la actividad sexual, las mujeres deben hacerse
regularmente una citología vaginal (o prueba de
Papanicolaou) con intervalos de 1 a 3 años.
Cáncer de próstata (hombres): El médico indicará las ventajas y las
desventajas de realizar la prueba de antígeno prostático específico (PSA) o un
tacto rectal, y sugerirá la mejor según el caso.
El secreto de la longevidad y
la buena salud es la prevención. Haga los cambios que sean necesarios en el
estilo de vida para fomentar la buena salud en el futuro.
7.- Actitud positiva ante la
vida.
Las investigaciones en
psicología revelan que la mente y el cuerpo están íntimamente vinculados. Si la
salud mental se deteriora, la salud física puede empeorar también. Y si la
salud física se afecta, se puede estar mentalmente deprimido. Una actitud
positiva ante la vida puede ayudar al mantenimiento de una vida plena y
saludable.
Al desarrollar una actitud
positiva ante las circunstancias y las adversidades, la vida diaria mejora, lo
cual contribuye a adaptarse al estrés y a salir adelante en los momentos más
difíciles de la vida. La capacidad para asumir las dificultades con fortaleza y
determinación no es algo que se adopta al nacimiento, sino que se desarrolla
con el tiempo. Las personas con estas cualidades disfrutan de un sólido
bienestar emocional, gozan de relaciones sanas y tienen una actitud optimista.
El bienestar psicológico y el
desarrollo de actitudes positivas van de la mano y proporcionan la capacidad de
hacer y llevar a cabo planes realistas para lidiar con los factores estresantes
en la vida. Así mismo, permite lograr una visión positiva de sí mismo,
confianza, fortaleza y capacidad para enfrentar los retos de la vida,
adquiriendo destrezas de comunicación y facilidad para la solución de
problemas.
La capacidad de controlar
sentimientos intensos, pensamientos negativos y comportamientos perjudiciales
que pudieran surgir bajo la influencia de situaciones agobiantes es una forma
de evitar enfermedades provocadas por el estrés y la ansiedad.
Para lograr un bienestar
psicológico es fundamental cultivar una buena autoestima, que se relaciona con
cuánto crees que vales y cuánto crees que vales para otras personas. La
autoestima es importante porque sentirse bien consigo mismo puede afectar la
salud mental y la forma en la que se comportan los individuos. Las personas con
la autoestima alta tienen un buen conocimiento de sí mismas, son realistas y
buscan amigos a quienes les agraden y los aprecien por lo que son.
Habitualmente, las personas con alta autoestima sienten que tienen más control
de sus vidas y conocen sus fortalezas y sus debilidades. Esta actitud sana
permite explorar otros aspectos del proceso de crecimiento, por ejemplo,
cultivar buenas amistades, ser más independiente y desafiarse física y
mentalmente. Una actitud positiva y un estilo de vida sano (como ejercitarse y
alimentarse bien) son una combinación excelente para desarrollar una buena
autoestima.
Indudablemente la felicidad, es
la mejor medicina para la salud. Ser optimista está directamente relacionado
con gozar de una buena salud. Una actitud positiva puede prevenir el desarrollo
de enfermedades como depresión, estrés, insomnio, niveles inadecuados de
colesterol y anorexia (30).
La felicidad se trabaja, no se
puede esperar sentado en casa. Existen cuatro pilares en los que una persona
debe sustentar su estilo de vida, para asegurarse, en un gran porcentaje, una
mejor y mayor longevidad que la que le correspondería por su carga genética:
una nutrición adecuada, una actividad física apropiada, evitar hábitos nocivos
y tener una buena actitud ante la vida.
ACTIVIDAD 4 del
tercer trimestre
Escuela
Secundaria Técnica N° 27 Rodolfo Vera Zapata
VIDA SALUDABLE. GRUPOS 2A
2B 2D.
Prof. Carlos Jonathan Trejo
Fecha de entrega del 17 de mayo al 28 de mayo de 2021
al
correo profcarlostrejo27@gmail.com
Nombre____________________________________________ grado
y grupo_____
Contesta las
siguientes preguntas.
- ¿Conoces
que significa la contaminación?
- ¿Conoces
que es la contaminación ambiental?
- ¿Has
contaminado el medio ambiente?
- ¿A
quién crees que afecta la contaminación del medio ambiente?
- ¿Quiénes
son los más afectados por la contaminación del medio ambiente?
- ¿Hay
playas y ríos contaminados?, ¿Por qué?
- ¿Qué
crees que sucede con los animales que habitan estas playas y ríos
contaminados?
- ¿Qué
crees que le pasaría a una persona si se baña en una playa o río con gran
contaminación?
- ¿Cómo
crees que puedes ayudar a prevenir el problema de contaminación en el
medio ambiente?
- ¿Cómo
crees que puedes ayudar a solventar el problema de contaminación en el
ambiente?
- ¿Sabías
que hay lugares que ya no son habitables por los altos niveles de
contaminación?
- ¿Conoces
los tipos de contaminación?
- ¿Sabías
que existe la contaminación acústica?
- ¿Sabías
que los carros en su mayoría son nocivos para el medio ambiente?
- ¿Sabías
que existe la contaminación del aire?
- ¿crees
que la contaminación del aire pueda ocasionar enfermedades a los seres
humanos?
- ¿Sabías
que la contaminación del aire puede ocasionar problemas respiratorios?
- ¿Sabías
que la contaminación del agua puede ocasionar cáncer, problemas
neuronales, muerte, entre otros?
- ¿Qué
piensas que va a suceder si los seres humanos continuamos contaminando el
medio ambiente?
- Luego
de contestar la pregunta, ¿Crees que se deben crear charlas mostrando las
consecuencias de la contaminación?
Visualiza el video en el siguiente link
https://www.youtube.com/watch?v=KfDfl03-a-o
Realiza una reflexión sobre el video
anterior.
________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________